On the road (2ª Parte)

Ambos se sentaron en una de las mesas libres cercanas al ventanal.

– Bueno creo que ya es hora de que dejemos de ser dos seres anónimos y nos presentemos. Me llamo Christina. – Mientras decía su nombre extendió su mano-.

Jerry. – Y le dio la mano-.

– Veo que eres hombre de pocas palabras Jerry.

Justo entonces, llegó la camarera.

– ¿Qué desean?

– Dos cafés solos y… ¿Algo de comer Jerry? ¿Un donuts quizás?

Nada gracias, el café será suficiente.

– ¿Tenéis tarta de manzana? ¿Si? Pues estupendo, me encanta la tarta de manzana, tráigame un trozo.

De nuevo, encendió un cigarrillo. Miró fijamente a Jerry y pudo observar como el dolor permanecía impreso en su rostro. Nunca había visto unos ojos tan tristes, una cara que a pesar de su juventud aparecía algo demacrada.

Olía a café recién hecho. Jerry cerró los ojos y aspiró, mientras por su cabeza pasaban miles de recuerdos asociados a ese olor.

De nuevo llegó la camarera con la jarra de café y dos tazas. Lo sirvió y trajo la tarta de manzana junto a un tenedor y un cuchillo envuelto en una servilleta.

A penas siete personas permanecían en el bar. Un bar viejo, lleno de goteras y frecuentado por camioneros ya entrados en años. Camioneros lacónicos que miraban fijamente su taza de café mientras oían las noticias que provenían de la radio del local.

Por el estado del local, era de imaginar que los dueños se podían sentir afortunados de tener esa clientela, ya que era inusual tener más de dos o tres personas tomando café. 

– Bueno, cuéntame algo sobre ti ¿no?

No sé que decirte… ¿Qué quieres que te cuente?

– Pues no se… De donde eres, a que te dedicas…

–  Soy de todas partes y no me dedico a nada. Solo a ir de un lado a otro, sin rumbo definido.

–  Ohhhh resulta que tenemos aquí a un filósofo, ¿o un bohemio? Venga Jerry, has viajado unos cuantos kilómetros en mi coche, que menos que sepa algo de ti ¿no crees?

Pues mira, te cuento que no tengo un puto dollar en mi bolsillo, así que creo que vas a tener que pagar este desayuno.

– Eso no será un problema, pero si no quieres seguir andando debes contarme algo. El pueblo más próximo se encuentra a 80 millas. Así que tu verás.

Nací en Moberly, Missouri, una noche de tormenta. Soy el mayor de cuatro hermanos; Frank, Eddie y Lissa. Mis padres John y Elizabeth murieron en un accidente de coche cuando yo tenía 16 años y nos criamos con mi tía Helen y el hijo de puta de su marido, que nos zurraba cuando venía borracho del bar. A los 18 años me largué de esa maldita casa y desde entonces voy de un lugar a otro.

– Bien, bien. Ya era hora de que abrieras la boca y sonaran varias frases seguidas. Interesante historia. La tarta de manzana estaba deliciosa – dijo mientras se limpiaba sus labios con la servilleta – creo que es hora de irnos. El coche está abierto, ve mientras yo pago esto.

Se levantaron y Jerry fue hacía el coche algo malhumorado. Miró la parte trasera de la camioneta y se esforzó por coger su mochila. Estaba todo empapado, pero lo que más le preocupaba era su antiguo cassette y sus cintas, los únicos objetos que conservaba de su adolescencia. Afortunadamente seguía funcionando.

Miró el interior del coche. Era una camioneta Ford F250 del 83, de color negro. Algo grande para un chica como ella, de apariencia frágil. El suelo estaba lleno de paquetes de tabaco vacíos, envolturas de chicle y alguna que otra botella de whisky vacía.

Al fin llegó Christina. Arrancó el coche, dio marcha atrás y de nuevo pusieron rumbo hacía algún lugar. Encendió la radio y sonaba On the road again, de Canned Heat.

Parecía que la tormenta había pasado, y solo quedaba en el cielo alguna que otra solitaria nube. El sol brillaba en ese día Marzo.

8 pensamientos en “On the road (2ª Parte)

    • ¡Muchas gracias! ¿La tercera parte? No sé, cuando me venga la inspiración, supongo… Jajajaja

      Gracias de nuevo por tu cometario y por seguirme.

  1. Muahahahaha yo ya lo habìa leìdo!!! Me tienes que dar la exclusiva de la 3a parte!!

    Saludos desde aki arriba 😉

  2. Yaa los he leido , engancha!
    Habeer cuando escribes la 3º parte que ya tengo ganas de leerla! xd

    Por cierto , haber si te pasas por allí algún día porqe hace falta hablar eh? bueeno adios! 🙂

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